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INDIA PORTUGUESA:

Colonia de la Corona Portuguesa (1858-1910)


Carlos I (1889-1908)


¼ Tanga; MCMI (1901).

Cobre. 25,50 mm; 6,40 g.

Ceca: Lisboa, Portugal.


A/: CARLOS 1 REI DE PORTUGAL. MCMI. Cabeza desc. de Carlos I a der.

R/: INDIA PORTUGUEZA *1/4 TANGA*. Escudo coronado de Portugal.


KM #15; Gomes #C1 03; [VF-/VF]


Entre 1858 y 1910, la India portuguesa vivió su última gran metamorfosis imperial como colonia directa de la Corona Portuguesa, tras siglos de administración fluctuante. En un rincón cada vez más pequeño del subcontinente dominado por los británicos, Lisboa reafirmó su soberanía sobre Goa, Damán y Diu, imponiendo una burocracia centralizada y civilizadora, teñida de catolicismo y lusofonía. Se expandieron las escuelas, los ferrocarriles y los tribunales, pero también el abismo entre colonos y súbditos. Mientras la cultura luso-oriental florecía entre una élite goense orgullosa y ambigua, la mayor parte de la población vivía marginada. Este orden monárquico y crepuscular se extinguió con la revolución republicana en Portugal de 1910, que marcó un nuevo capítulo para sus posesiones asiáticas.

India Portuguesa - 1/4 Tanga (1901) KM # - Colonia de la Corona

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INDIA PORTUGUESA:

Colonia de la Corona Portuguesa (1858-1910)


Carlos I (1889-1908)


¼ Tanga; MCMI (1901).

Cobre. 25,50 mm; 6,40 g.

Ceca: Lisboa, Portugal.


A/: CARLOS 1 REI DE PORTUGAL. MCMI. Cabeza desc. de Carlos I a der.

R/: INDIA PORTUGUEZA *1/4 TANGA*. Escudo coronado de Portugal.


KM #15; Gomes #C1 03; [VF-/VF]


Entre 1858 y 1910, la India portuguesa vivió su última gran metamorfosis imperial como colonia directa de la Corona Portuguesa, tras siglos de administración fluctuante. En un rincón cada vez más pequeño del subcontinente dominado por los británicos, Lisboa reafirmó su soberanía sobre Goa, Damán y Diu, imponiendo una burocracia centralizada y civilizadora, teñida de catolicismo y lusofonía. Se expandieron las escuelas, los ferrocarriles y los tribunales, pero también el abismo entre colonos y súbditos. Mientras la cultura luso-oriental florecía entre una élite goense orgullosa y ambigua, la mayor parte de la población vivía marginada. Este orden monárquico y crepuscular se extinguió con la revolución republicana en Portugal de 1910, que marcó un nuevo capítulo para sus posesiones asiáticas.

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